Tiempo de lectura: 4 minutos
Autor: Luis Bassat
Sinopsis: La inteligencia comercial hará que tus ideas dejen de estar en un plano puramente abstracto. Pon en acción tu inteligencia y genera confianza en el consumidor para fortalecer la marca de tu negocio.
El mayor defecto de la publicidad actual es que hay demasiada.
«Inteligencia comercial», de Luis Bassat
Resumen
Índice
Podemos ser personas superdotadas a nivel intelectual y/o tener ideas innovadoras y amplios conocimientos, pero si no conseguimos convencer a nadie de su valor, no servirán de mucho.
La inteligencia no se basa solo en el conocimiento abstracto, sino en la capacidad de llevarlo a la práctica. No se trata de vender más, sino de generar confianza. Desarrollando tus capacidades para las relaciones interpersonales podrás alcanzar la inteligencia comercial.
Confianza y valores humanos
La clave para vender algo, cualquier cosa, es solo una: generar confianza. El éxito de tu empresa, marca o negocio será directamente proporcional a tu capacidad para empatizar con los demás. Colócate en el lugar del cliente y piensa cómo te gustaría que te vendieran un producto.
Trata a los demás como quisieras ser tratado. Tu cliente no es un número más y, del mismo modo que puedes ganarte su confianza, también la puedes perder. Si bien el proceso es lento y difícil, los resultados llegarán.
Una regla de oro es no mentir nunca a tus clientes. Es mejor generar pocas expectativas con la verdad sobre tu producto, que generar un enorme revuelo a partir de una farsa. Evita el humo.
En ese sentido, la sinceridad es uno de los valores fundamentales para la inteligencia comercial. Claro está, esta puede (y debe) ir acompañada de otros valores como la autenticidad, el criterio, la creatividad, la empatía y demás. Sin embargo, te aseguramos que, si pierdes la sinceridad, todo lo demás servirá de poco.
Trabaja en equipo
Una empresa no es nada sin sus trabajadores. Ellos van en primer lugar. Después van los clientes y, finalmente, los beneficios que se obtiene como consecuencia de hacer las cosas bien.
Una de las formas de desarrollar tu inteligencia comercial es a través del trabajo en equipo. En tal sentido, estaríamos ante una inteligencia comercial colectiva, pues se nutre de la gente que participa en la dinámica de tu empresa.
Aunque no es algo sencillo, un buen líder será capaz de generar respeto, admiración y motivación. En tu equipo debe existir sentido de pertenencia y compromiso. No se trata de opacar al otro, sino de funcionar como engranajes que permiten la operatividad de toda la maquinaria.
La marca y el producto
Puedes tener el producto más revolucionario, barato y funcional que haya existido jamás, pero si no eres capaz de colocarle un buen nombre, casi seguro fracasarás.
Una buena marca tiene un nombre breve, sencillo de recordar, de agradable pronunciación y original. Es algo complicado encargarnos de todo ello, por eso resulta importante desarrollar la inteligencia comercial colectiva.
Además, una marca exitosa va más allá de su producto. Lo que ofrece es un estilo de vida, una opinión y una forma de entender la sociedad. En tal sentido, la empresa adquiere identidad y los clientes se pueden vincular con ella.
Comportamiento del consumidor
La fidelidad de un consumidor no es muy común. Este suele tener varias alternativas. Por lo tanto, que tu marca forme parte de esa exclusiva lista debería ser una de tus prioridades.
¿Cómo lograrlo? Ganándote la confianza del consumidor. Para este, toda compra implica un riesgo. Lo que debes hacer es colocar a su alcance la información suficiente para que aquel riesgo se minimice.
La comunicación
El consumidor ha dejado de ser un receptor pasivo de la publicidad. En la actualidad, es él quien escoge qué quiere ver y cuándo lo quiere ver.
En el mundo digital, lo importante es captar la atención de nuestro potencial cliente para que interactúe con nosotros. Lo fundamental es conseguir una conexión a nivel emocional.
Por eso, desde la inteligencia comercial se plantea el marketing directo. En este, el diálogo entre la empresa y el cliente es personal, por lo que el trato se hace más humano y el consumidor recibe una mejor imagen de la marca.
Quién debería leer este libro
La intención de este libro es orientar a todas aquellas personas inteligentes que no saben cómo vender o materializar sus ideas. Con la inteligencia comercial que propone el autor, podrás llevar tus ideas a la práctica.