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Autor: David A. Vise y Mark Malseed
Sinopsis: ¿Cómo dos estudiantes de la Universidad de Stanford crearon el mayor motor de búsqueda de Internet? Este libro te narra el origen, el ascenso y futuro de Google.
En enero de 1996, dos estudiantes amigos de la Universidad de Stanford, Larry Page y Sergey Brin, formaron un equipo…
«La historia de Google», de W. Chan Kim y David A. Vise y Mark Malseed
Resumen
Índice
Pocos inventos han transformado nuestras vidas como lo ha hecho Google. Se ha convertido en la pieza clave para localizar información en la red y es muy difícil imaginar qué haríamos sin él.
Sin embargo, la mayoría desconoce los orígenes del gigante del ciberespacio. Por ello, David A. Vise y Mark Malseed nos traen este libro para revelar las claves del éxito de Google.
Los inicios
A mediados de la década de los noventa, la red de redes era un caos absoluto. Millones de personas la empezaban a utilizar para buscar información, enviar correos electrónicos y demás, pero a medida que la cantidad de sitios web disponibles se aumentaba, se incrementaba también la dificultad de encontrar una información concreta.
Ante este escenario, a inicios de 1996 dos estudiantes de la Universidad de Standford, Larry Page y Sergey Brin, decidieron analizar los enlaces de la red pues, según ellos, eran la clave para organizar la información y poder realizar búsquedas en Internet.
De acuerdo a la importancia y popularidad de cada enlace, formularon el “Page Rank”, un sistema de clasificación que daba más peso a los enlaces más relevantes. El nombre que le colocaron fue BackRub.
En 1997, ambos amigos decidieron buscar un nombre más original. Un compañero sugirió Googolplex, que en matemáticas hace alusión a un número inimaginablemente grande. Finalmente este se abrevió a Google.
El buscador fue inicialmente utilizado por estudiantes y profesores de la Universidad de Stanford. A falta de dinero para un mejor diseño, Brin elaboró una interfaz minimalista, lo que curiosamente se ha convertido en una de sus señas de identidad, al ofrecer un aspecto limpio y claro.
En el año 1999, la empresa se trasladó a California. Ya para esa época era muy popular en Stanford y las aspiraciones de Page y Brin eran cada vez más altas.
Invirtieron gran parte del dinero en hardware y la continua mejora del software para garantizar rapidez, fiabilidad y exactitud en las búsquedas. Contrataron a ocho trabajadores para alcanzar el objetivo: posicionarse como uno de los buscadores web más importantes.
Sin embargo, los ingresos eran escasos y la solución de vender la patente no estaba entre los plantes. Por ello, Page y Brin decidieron recurrir a los anunciantes. La venta de anuncios en páginas web de manera discreta mantendría a Google lejos de la saturación por publicidad. Además, optaron por separar en la barra de resultados los sitios patrocinados de los que eran totalmente gratuitos.
El despegue
Al inicio del nuevo milenio, estalló la burbuja de las acciones de compañías tecnológicas que se enfocaban en Internet, pero esta crisis no afectó a Google, que precisamente aprovechó la coyuntura para contratar nuevos talentos.
El ambiente relajado y juvenil de la empresa sirvió para crear un sentido de pertenencia y camaradería entre sus trabajadores. Golosinas, lámparas de lava y pelotas de colores contrastaban con el logo de la empresa y la hacían atractiva para sus colaboradores.
Los ya más de ochenta empleados de Google tenían largas jornadas laborales, pero el trato que recibían era cordial. Comían gratis, se les ofrecían zumos, aperitivos, etc. Además, podían disfrutar de servicios de peluquería, masajes, lavado de coche y demás, todo con el objetivo de que estuviesen contentos en la empresa.
A esto se sumó el hecho de que Microsoft perdía credibilidad y muchos de sus talentos fueron a parar a Google. De ahí surgieron innovaciones como la posibilidad de encontrar un número de teléfono escribiendo en el buscador su nombre y código postal. O también la popular “Quizás quiso decir…” que corregía automáticamente algunos errores de tecleado de los usuarios.
Otro servicio revolucionario lanzado por Google fue Image Search, que ofrecía un sinfín de fotos e imágenes relacionadas con los términos buscados.
El 20% como regla
A diferencia de las otras empresas, Google tenía una particularidad: sus ingenieros y aspirantes debían dedicar el 20% de su tiempo laboral a proyectos personales, pudiendo utilizar un día a la semana o acumularlo para más adelante.
Las ventajas, más allá de la flexibilidad y la motivación (que aumentaban la productividad de los trabajadores), se hicieron notar al poco tiempo. Muchos de estos proyectos pasaron a formar parte de la propia empresa y resultaron, por ejemplo, en la materialización de Google Product Search.
La llegada de Google a la bolsa de valores
Pese a sus continuos aplazamientos para salir a la bolsa, el 2004 llegó y con él Larry y Sergey debían presentarse formalmente ante Wall Street.
Sus fundadores la presentaron de manera peculiar: no ofertaron sus acciones siguiendo la tradición de Wall Street, sino que establecieron el precio de venta de sus acciones a través de subastas online. De este modo, Google se hizo accesible tanto a las empresas más grandes como a pequeños accionistas.
Así, su carta de presentación se tituló “Manual del propietario de acciones de Google”. Allí, indicaron que la empresa lanzaría dos tipos de acciones: las de clase A serían para inversores externos (un voto por acción) y las de clase B para los fundadores (diez votos por acción). Con esto se aseguraban el control absoluto y evitaban que alguien pueda adueñarse de la empresa.
Llegado el 19 de agosto del 2004, Google lanzó sus primeras acciones cotizadas en 85 dólares en el mercado NASDAQ con el símbolo GOOG. Al mediodía, las acciones ya valían más de 100 dólares. Resultado: Google alcanzó un valor de 23.000 millones de dólares en el mercado bursátil.
El futuro de Google
Google ha reclutado a profesionales de diversos campos: directivos, empresarios, científicos, etc. Sus fundadores quieren que los usuarios de Internet puedan localizar toneladas de información de forma cada vez más sencilla y certera.
Pero las aspiraciones de sus fundadores, Brin y Page, no se quedan ahí: Google dispone de varias divisiones que abordan campos tan dispares como los campos de la biología y la genética. Su fin es estar a la vanguardia en tecnología y tienen objetivos tan ambiciosos como incrementar la esperanza de vida tanto como les sea posible.
Quién debería leer este libro
Si eres un emprendedor, seguramente esta historia de la fundación de Google te motive a seguir trabajando en tu negocio. Del mismo modo, si tan solo deseas saber cuáles fueron los orígenes del gigante por mera curiosidad, seguramente encuentres en dicho libro una lectura amena e interesante.