La verdad sobre la gestión del cambio

Resumen

Frente a retos determinantes, la gestión del cambio empresarial es una enorme oportunidad para aprovechar nuevas ideas, propuestas o procesos. El libro que hoy te presentamos nos enseña a administrar correctamente todos estos elementos.

Qué hacer ante el inminente cambio

Los valores de la organización y de sus trabajadores deben ir de la mano. De lo contrario, solo obtendremos malos resultados. Para ello, debemos preguntarnos si estamos de acuerdo con la toma de decisiones y las acciones de la empresa.

Si sientes que tu proyecto laboral no concuerda con la empresa en la que estás, lo mejor es que busques nuevos horizontes. En cambio, si te sientes cómodo y ves posibilidades de crecimiento, continúa en dicho trabajo y asume la posición de un líder.

El liderazgo nos lleva a ser responsables de otras personas y gestionar el cambio de mejor manera. Primero, esclarece los hechos y resuélvelos en orden. Luego, debes procurar no perder contacto contigo mismo o quienes te rodean. Finalmente, sé optimista y confía en que todo será para mejor.

Preparación para el cambio

Para enfrentarte a la gestión del cambio, un buen directivo necesita ciertas habilidades.

Una de ellas es la imaginación, gracias a la cual visualiza el estado de la empresa y lo transmite a los demás. También debe ser ingenioso, buen negociante y saber tomar las decisiones correctas en el momento preciso.

Además, un buen directivo debe saber transmitir enseñanzas, ideas y emociones, por lo que el desarrollo de habilidades interpersonales es fundamental. Por último, la habilidad de la resolución permitirá obtener los resultados deseados.

Manos a la obra

El seguimiento de un plan exige ciertas estrategias que un buen líder debe saber implementar.

Para gestionar el cambio, empieza desde cero y olvida la vieja mentalidad. Procura acelerar tu aprendizaje en el trabajo. Evalúa acertadamente los retos de la empresa e intenta destacar entre los demás cuanto antes, pues así obtienes credibilidad.

Del mismo modo, asegúrate de coordinar tu trabajo y formar coaliciones con las personas que tienes a tu cargo. Mantén una labor equilibrada y acelera de vez en cuando para que los demás se tengan que amoldar a tu ritmo.

Planificación

Toda planificación no es más que la visión del futuro de la empresa. Si quieres alcanzar un sueño con tu negocio primero debes imaginarlo. Después, al colocarlo sobre el papel, podrás apuntar a objetivos específicos.

Dentro de tus objetivos se pueden encontrar el mercado, clientes, productos, procesos empresariales, personal o tecnología. Depende de ti enfocarte en alguno de acuerdo a la prioridad que cada uno te demande.

Comunicación

Cuando decidas cambiar de estrategia, hazlo de forma directa y sencilla. Tu lenguaje debe ser claro, apuntar a lo importante y establecer las prioridades e imperativos.

Alineación de personas con objetivos

Para que tu empresa vaya bien, debes asegurarte que tus trabajadores están en sintonía con los objetivos. Puedes servirte de un proceso de selección o, mejor aún, apelar a que ellos mismos se autoseleccionen.

En este último caso, lo mejor es seguir seis pasos:

• Ofrece una introducción exhaustiva sobre tu cultura empresarial.
• Desarrolla el tema de los valores de la empresa, pues este se suele compaginar con el motivo por el que buscan trabajo.
• Plantea retos a corto plazo para evaluar la experiencia del candidato.
• Pregúntale sobre sus competencias y habilidades.
• Asegúrate de que el candidato sea capaz de trabajar en equipo.
• No temas contratar a alguien que ha demostrado ser mejor que tú.

Estos seis puntos te ayudarán a contar con los mejores talentos para tu empresa.

Gestión del rendimiento

No puedes hacer que tu plan funcione sin haber trabajado en él. Por eso, plantéate objetivos y trasládalos a tus trabajadores. Sé claro en tus pedidos y el rendimiento que esperas de ellos. Al definir estos aspectos, ejecutarás una estrategia organizacional poderosa.

Creación de un marco cultural propio

Es importante que crees una cultura de colaboración. Cuando todos trabajan bajo la idea de competir, se excluyen mutuamente. En cambio, al compartir objetivos, fomentarás la unidad y el trabajo en equipo.

Reconocimiento del trabajo de los demás

Debes conseguir que cada empleado sienta que es tu único empleado, la pieza fundamental sin la cual nada marcharía bien. En otros términos, asegúrate de que cada trabajador se sienta importante y respetado.

Para ello, trátalos como adultos capaces de evaluar sus acciones y tomar decisiones propias. Vela por respetar las diferencias culturales y sus estilos de trabajo.

También es crucial que fomentes una cultura de integración, además de reconocer los aportes que cada uno de tus trabajadores ofrece a la empresa.

Quién debería leer este libro

En el camino hacia la consolidación de tu negocio, este libro puede resultar crucial. Te enseñará a gestionar las diversas variables y cambios que, irremediablemente, aparecerán a medida que avance tu proyecto.

Considerando cada punto, te convertirás en un líder nato y preparado para afrontar la incertidumbre que acompaña a todo emprendimiento.

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