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Las 48 leyes del poder

Tiempo de lectura: 11 minutos

Autor: Robert Greene

Sinopsis: A través de 48 leyes, se nos muestra el método por el cual podemos alcanzar el poder y hacerlo perdurar en el tiempo.

No permita que el éxito se le suba a la cabeza.

«Las 48 leyes del poder», de Robert Greene

Resumen Las 48 leyes del poder

Resumen extendido

Índice

Tan sistemático como parece, este libro se encarga de mostrarnos y explicarnos las leyes que deberíamos seguir para alcanzar el poder y conservarlo. La influencia de autores como Sun Tzu o Maquiavelo es apreciable. Tal vez por ello es un éxito comercial a nivel internacional.

Con el paso de los años, se ha convertido en el libro favorito de muchas celebridades, siendo incluso muy solicitado en las prisiones. De forma concisa y resumida, aquí te presentamos las 48 leyes que deberían regir tu vida para la obtención de poder y su correcta gestión, dominio y defensa.

Ley 1: nunca opaques a tus jefes

Debes conseguir que tus superiores se sientan cómodos con su sensación de superioridad. No te excedas en halagos sin sentido, pero haz que parezcan más brillantes e inteligentes de lo que en realidad son.

Ley 2: no confíes demasiado en tus amigos y aprende a utilizar a tus enemigos

Por envidia, muchos amigos pueden ponerse en nuestra contra e intentar perjudicarnos. En cambio, los enemigos deberán esforzase más para volver a tener nuestra confianza. Debes saber administrar correctamente ambos aspectos.

Ley 3: disimula tus intenciones

Cuida todo lo que digas y no expreses demasiado de ti ni de lo que pretendes alcanzar. Si las personas ignoran tus verdaderas intenciones, no podrán preparar una defensa adecuada. Cuando las descubran, ya será demasiado tarde.

Ley 4: di siempre menos de lo necesario

Cada palabra de más te hace vulnerable. Preocúpate de expresar solamente lo necesario de ti.

Ley 5: defiende tu prestigio

Con el prestigio es suficiente para intimidar o ser la burla de tus compañeros. Procura cuidarlo y hacer que solo crezca de forma positiva.

Ley 6: llama la atención de cualquier manera

Es necesario que te esfuerces por ser el centro de atención y evites quedar en el anonimato. Ya sea por buenas o malas acciones, lo importante es que todos los demás sepan de ti.

Ley 7: haz que otros trabajen por ti, pero asegúrate de llevarte siempre los méritos

Nunca hagas lo que otros pueden hacer por ti. De esta manera, podrás ahorrar tiempo y energía para cosas más importantes. Utilizando la inteligencia y los conocimientos de los demás, optimizas el trabajo y te aseguras de que todo el reconocimiento caiga en ti.

Ley 8: haz que los demás vengan a ti utilizando cualquier tipo de carnada

Siempre debes tener el control sobre las acciones de los demás. De este modo, logras incluso que las personas abandonen sus propios planes y proyectos, para enfocarse en los tuyos. Si para ello debes prometer grandes ganancias, hazlo.

Ley 9: gana con tus acciones, no con tus argumentos

Deja las palabras y actúa. Que tus acciones y lo que consigues demuestren más de lo que dices.

Ley 10: evita a los perdedores o te convertirás en uno

Los estados de ánimo son tan contagiosos como las enfermedades. Por lo tanto, aléjate de quienes mantienen una actitud pesimista ante la vida y sus acciones, y acércate a los afortunados que transmiten buena actitud y energía.

Ley 11: haz que la gente dependa de ti

Para que seas independiente, debes hacer que los demás dependan de ti. Cuanto más confíen en ti y te necesiten, mayor será tu libertad. Por lo tanto, debes asegurarte de que nadie pueda arreglárselas sin ti.

Ley 12: sé franco y generoso de forma esporádica

Con solo un gesto honesto y generoso dejas vulnerable a las personas. Asegúrate de administrarlo correctamente, pues una vez que bajan la guardia, podrás manipularlos a tu antojo.

Ley 13: sé egoísta para pedir ayuda, sin apelar a la compasión o la gratitud

Cuando pidas un favor, no te molestes en recordarle al otro que anteriormente le ayudaste tú a él. En lugar de eso, menciónale los beneficios que podría obtener si te presta ayuda. Solo así conseguirás su apoyo.

Ley 14: muéstrate como un amigo, pero actúa como un espía

Literalmente, asegúrate de saberlo todo sobre tu rival e, incluso, sobre tus amigos. Recopila información sobre ellos o encárgate de que los demás te den esa información si saberlo. Al hacerlo, podrás mantener total control sobre aquellos que te rodean.

Ley 15: aplasta a tu enemigo por completo

No des pie a que el enemigo pueda recuperarse. Es mejor liquidarlo por completo y, para ello, nada mejor que tu propio rival se autodestruya.

Ley 16: usa la ausencia para incrementar el respeto y honor

Cuando ya hayas asegurado tu posición y reputación en el grupo, es conveniente que realices un alejamiento temporal. Debes aprender cuándo y cuánto alejarte, pues esto provocará que los demás hablen de ti y te admiren.

Ley 17: mantén el suspense y lo impredecible

Muéstrate siempre como alguien impredecible. Si permites que los demás sepan cuál es tu día a día de forma repetitiva, les das el control sobre ti. Para evitarlo, rodéate de suspense. Sé un misterio.

Ley 18: no te protejas mediante fortalezas: el aislamiento es nocivo

Si te aíslas, no podrás acceder a información valiosa y proyectarás la imagen de alguien inseguro y débil. Es mejor desenvolverte con naturalidad entre la multitud y buscar aliados.

Ley 19: no ofendas a la persona equivocada

No creas que todos reaccionarán de la misma manera a tus estrategias. Elige con cuidado a tus víctimas, pues puedes generar odio y ansias de venganza.

Ley 20: no te comprometas nunca con nadie

El único compromiso que vale es el que tienes contigo mismo. Nunca te comprometas con alguna causa y preserva tu independencia.

Ley 21: finge candidez y muéstrate más tonto ante tu víctima

Haz que tus víctimas se sientan más inteligentes de lo que son. Mejor aún, encárgate de que crean que son más listos que tú. Sin embargo, cuando estés en el inicio de tu ascenso al poder, procura parecer más inteligente que aquellos que compiten contigo.

Ley 22: transforma tu debilidad en poder

Antes de luchar en una batalla que sabes que te será desfavorable, ríndete. Esto te dará tiempo para prepararte y le quitará al rival la satisfacción de haberte derrotado.

Ley 23: concentra tus fuerzas

Siempre es preferible la intensidad sobre la dispersión. Ubica un objetivo concreto y concentra tus energías en él.

Ley 24: haz el papel de cortesano perfecto

Aprópiate del arte del encanto. Adula, sométete a tus superiores cuando sea necesario y consigue poder actuando de forma encantadora.

Ley 25: procura divertirte permanentemente

Crea tu marca personal y no dejes que los demás te definan. Construye tu identidad para atraer a los demás, no para aburrirlos.

Ley 26: mantén tus manos limpias

Jamás debes quedar expuesto a rumores que perturben o afecten negativamente tu prestigio. Cuando requieras de acciones cuestionables, asegúrate de utilizar testaferros para ocultar todo cuanto sea necesario. Debes convertirte en el vivo ejemplo de la transparencia y corrección.

Ley 27: usa la necesidad de las personas de creer en algo

Lucha por convertirte en el centro de esa necesidad, ofreciéndoles una nueva causa o convicción a su ya enorme fe. Habla con entusiasmo, convéncete primero a ti para convencer a los demás. De ser necesario, plantéales rituales diarios. Dominada la mente, lo demás cae por su propio peso.

Ley 28: sé audaz

Si vas a emprender una acción y te sientes inseguro, ni lo intentes. Transmitirás aquella duda a los demás y tu plan no se ejecutará como deseas. Mejor trabaja en tu audacia y realiza tus acciones con valentía.

Ley 29: planifica tus actos de inicio a final

Debes tener una correcta planificación del antes, del durante y del después de todo el proceso. Baraja todas las posibilidades para que estés preparado ante los obstáculos que se puedan presentar.

Ley 30: haz que tus logros parezcan no necesitar esfuerzo

Por más titánica que sea una tarea, encárgate de hacer creer a los demás que la realizas con total facilidad. Más aún, que piensen que puedes realizar muchas más sin perjudicarte.

Ley 31: controla las opciones

Al aparentar ofrecer opciones, harás que tus víctimas crean que manejan la situación. Sin embargo, asegúrate siempre de que ambas opciones no solo sean provechosas para ellos, sino también para ti.

Ley 32: juega con las ilusiones de la gente

A menudo, la vida es dura y muchas personas no quieren enfrentarse a la realidad. Aprovéchate de eso creándoles ilusiones y fantasías de que todo mejorará. Así, los tendrás bajo tu poder.

Ley 33: descubre la debilidad de los demás

Todos tenemos un talón de Aquiles. Si llegas a conocer las debilidades de tus víctimas, tendrás control sobre ellos. Recuerda que tú también tienes puntos débiles, así que asegúrate de ocultarlos completamente.

Ley 34: si quieres ser tratado como un rey, actúa como tal

Si deseas que te traten como a alguien poderoso, actúa como tal, pero sin llegar a humillar a los demás. Al mostrar confianza, transmitirás seguridad y te ganarás la admiración de tus víctimas.

Ley 35: domina el arte de la oportunidad

No manifiestes apuro en lograr lo que deseas. La prisa es un indicador de poco control sobre tus acciones. Demuestra siempre paciencia, como si tuvieras la certeza de que el tiempo te dará aquello que buscas.

Ley 36: menosprecia lo que no puedes obtener

Si prestas demasiada atención a tu enemigo, lo harás más fuerte. Si no puedes obtener algo que quieres, desprécialo. Al hacerlo, tu nivel de superioridad ante los demás será mayor.

Ley : arma espectáculos impresionantes

Utiliza gestos o símbolos llamativos para convertirte en el centro de atención. Este aura de poder lo puedes conseguir mediante elementos visuales que se conviertan en símbolos personales.

Ley 38: piensa lo que quieras, pero compórtate como los demás

Confúndete con los demás y adopta una postura común y corriente en apariencia. Sin embargo, no traiciones tus ideales y solo manifiéstalos ante quienes crees que los pueden tolerar.

Ley 39: revuelve las aguas

La serenidad debe ser tu característica fundamental. Sin embargo, si puedes generar discordia entre tus enemigos, hazlo.

Ley 40: menosprecia aquello que es gratuito

Todo lo gratuito implica compromiso a retribución. Evítalos y prefiere pagar su precio justo. Sin embargo, esta desventaja puede convertirse en algo de lo que sacar provecho. Si eres tú quien ofrece la gratuidad, úsalo para obtener favores a futuro.

Ley 41: no imites a los grandes hombres

No crezcas a la sombra de otros. Encuentra y construye tu propia identidad, actúa para que se fortalezca y rechaza tu herencia. Todo el poder que obtengas debe venir de tus propios méritos.

Ley 42: muerto el perro, se acabó la rabia

Muchos problemas que te rodean son causa de un solo alborotador. Si no intervienes y permites que esto continúe, se hará más grande y llegará a ser incontrolable. Neutraliza a este enemigo, ya sea poniendo a todos en su contra o eliminando su influencia directamente.

Ley 43: trabaja sobre el corazón y la mente de los demás

Recurre a maniobras de seducción para manipular a los demás a tu antojo. Apóyate de sus flaquezas y juega con sus emociones. Controla su psicología y aquella persona quedará completamente a tu merced.

Ley 44: desarma y enfurece con el efecto espejo

El efecto espejo sirve para revelar la realidad de las personas. Sin embargo, lo puedes usar en tu beneficio. Muestra la verdadera cara de tus enemigos y mantenlos controlados.

Ley 45: introduce cambios, pero no demasiados

Pese a que siempre es necesario innovar, no debes desprenderte de la seguridad que otorga la costumbre. Cuando sea necesario introducir algún cambio, hazlo ver como una modificación positiva del pasado.

Ley 46: nunca te muestres demasiado perfecto

Si ya es malo mostrarse superior a los demás, es aún peor parecer libre de defectos o debilidades. No te ganes envidias personales. Lo más astuto es revelar ciertos defectos inofensivos para parecer más cercano y humano.

Ley 47: no vayas más allá de tu objetivo original

Nunca permitas que el éxito se te suba a la cabeza. Una vez que hayas conseguido acceder al poder que tanto anhelabas, detente.

Ley 48: sé cambiante en tu forma

Siempre muéstrate flexible y mantente en constante movimiento. Si ofreces una imagen inmutable y definitiva, permitirás que tus enemigos preparen sus ataques. Si te muestras en continuo flujo, estarás debidamente protegido.

Quién debería leer este libro

Las 48 leyes del poder es de lectura altamente recomendada y obligatoria para todos aquellos que deseen mejorar sus dotes de liderazgo. Así mismo, le será bastante nutritivo a quienes quieran aproximarse al concepto del poder y su correcta gestión. En suma, sus leyes son útiles para todo aquel que quiera aprender cómo apropiarse del poder y gestionarlo.

Y, tranquilo, no tienes por qué cumplir todas y cada una de sus leyes si no lo deseas. Simplemente aprende, interioriza y aplica aquellas que te parezcan interesantes y desecha aquellas que no.

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