Primero lo primero

Resumen

¿Estás seguro de que tienes ordenadas las prioridades en tu vida? Solo piensa en tres cosas que sean importantes para ti. Ahora analiza si les estás dedicando el tiempo que exigen. Seguramente la respuesta será negativa.

Muchos de nosotros estamos consumidos por la familia, el trabajo y diversas responsabilidades que nos alejan de lo verdaderamente importante. Por ello, Stephen Covey nos explica en este libro qué debemos hacer para no descuidar las cosas que son importantes para nosotros.

El reloj y la brújula

El autor nos dice que entre el reloj (tiempo) y la brújula (la dirección hacia lo importante) existe una brecha que intentamos resolver erróneamente.

La mayoría se concentra en organizar su tiempo, pero esto no es lo correcto. La idea es controlar la brújula, que simboliza los valores, principios, misión y visión de su vida.

Para solucionar la brecha entre ambas, se suelen utilizar lo que el autor denomina tres generaciones de métodos: puedes utilizar notas o recordatorios, calendarios y agendas en los que colocar una planificación, o priorizar e identificar los valores más importantes en tu vida.

La cuarta generación

Sin embargo, debido a que las generaciones anteriores presentan desventajas, aparece en escena una cuarta generación. Esta se enfoca en identificar qué es lo primero a partir de cuatro factores fundamentales en nuestra vida: físicos, sociales, espirituales y mentales. Traduciéndolo, necesitamos vivir, amar, trascender y aprender.

Resolviendo estos aspectos, podremos disfrutar de tiempo y calidad de vida. Ahora bien, los cuatro funcionan en estrecho vínculo, no de manera independiente. Esto quiere decir que debes dedicarte a cultivarlos y cosecharlos con constancia y sin descuidar uno en favor de otros.

Los principios

No basta con colmar las cuatro necesidades, además deben estar sintonizadas con sus principios. Estos son verdades independientes y consisten en el ahorro, la responsabilidad, la confianza, etc.

En cuanto al tiempo, lo solemos dividir entre lo importante y lo urgente. El primero de ellos debe ser tu verdadero foco de atención. A partir de dicha idea, podemos establecer cuatro cuadrantes: lo importante y urgente, lo importante pero no urgente, lo urgente pero no importante, y lo no importante y no urgente. Tu vida debe enfocarse en el segundo de estos.

La metodología de los seis pasos

Una vez que te enfoques en lo importante pero no urgente, puedes seguir este método de seis pasos, que tan solo te llevará 30 minutos a la semana.

Uno: Conecta con tu misión

Pregúntate qué quieres ser, hacer y cómo eso le da significado a tu vida. La respuesta es muy importante, pues determinará los pasos siguientes.

Dos: identifica tus roles

Nuestros roles van desde lo familiar hasta lo laboral. Debes encargarte de que se encuentren en sintonía, sin que uno deprede al otro. Pregúntate si estos roles contribuyen en tu misión.

Tres: fija un objetivo para cada rol

A cada rol debes asignarle un objetivo. Pregúntate por lo más importante que podrías hacer en una semana y que te genere un impacto positivo y constructivo. Por ejemplo, en lo académico puedes inscribirte a un curso online; en lo familiar, procurar dialogar con tus hijos, etc. Fijar objetivos es muy importante para alcanzar tu integridad como persona.

Cuatro: crea un recuadro semanal

Teniendo una misión, roles y objetivos, ya puedes planear tu semana. Prioriza los objetivos importantes, recorre tus roles y determina un período de tiempo para cada uno de ellos.

Ten presente que debes revisar semanalmente tu planificación, modificar lo que así lo requiera e indicar los objetivos alcanzados.

Cinco: fortalece la integridad del momento

Ya hiciste el trabajo de planificar, pero lo determinante es llevarlo a la práctica y no reemplazar lo importante por lo urgente. Para que así sea, revisa el plan del día, establece tus prioridades y distingue los tipos de actividades, como aquellas que dependen del tiempo.

Seis: Evalúa

Conforme vayas avanzando con tu planificación, debes evaluar lo que has alcanzado y cómo lo has hecho. Analiza tus logros, las dificultades que surgieron y aquellos objetivos que no pudiste realizar. Solo así podrás trazar un recorrido empírico de tu progreso.

Ten en cuenta a los demás

La sociedad nos hace comunicarnos e interrelacionarnos con las demás personas. Por lo tanto, debes evaluar la posibilidad de adquirir independencia en tus objetivos. Cuando lo hagas, estarás más cerca de la interdependencia, que significa que serás capaz de asignar trabajos y roles a otros. Así, podrás ser más productivo y dedicar más tiempo a tu formación.

Quién debería leer este libro

Estamos ante un libro fundamental para quienes deseen organizar mejor su tiempo y distribuir sus objetivos. El desarrollo de tu integridad personal es viable gracias a los útiles consejos que nos ofrece el autor.

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