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¡Tráguese ese sapo!

Tiempo de lectura: 6 minutos

Autor: Brian Tracy

Sinopsis: Para aprovechar el tiempo de manera eficiente, solamente necesitas tragarte el sapo. 21 estrategias te ayudan a ello y a aumentar tu productividad para mejorar tu vida personal y profesional.

Nunca hay tiempo suficiente para hacer todo, pero siempre hay tiempo suficiente para hacer las cosas más importantes.

«¡Tráguese ese sapo!», de Brian Tracy

Resumen ¡Tráguese ese sapo!

Resumen

Por mucho que nos esforcemos, el día solo tiene 24 horas y, a menudo, no podremos hacer todo lo que quisiéramos. Los hombres exitosos lo saben y establecen prioridades en cuanto a sus actividades.

Un viejo refrán reza que, si lo primero que debes hacer en tu día es tragarte un sapo, al menos sabrás que lo peor ya pasó. Eso es lo que nos trata de enseñar Brian Tracy.

Al administrar tu tiempo siendo disciplinado, decidido y resuelto, podrás optimizar tu energía. El autor nos explica 21 pasos lógicos para que dejes de la postergación de tus tareas y definas claramente tus objetivos y metas.

Pon la mesa

Evita la vaguedad en tus ideas y ordena tus actividades. Para ello, debes aprender a pensar sobre papel y escribir tus tareas y actividades.

Como consejo, el autor indica siete pasos que te pueden ayudar.

  • Decide qué quieres.
  • Escríbelo.
  • Establece una fecha límite para realizarlo.
  • Haz una lista de todo lo que crees que necesitas hacer para alcanzar dicho objetivo.
  • Organiza toda esa lista como un plan.
  • Actúa de acuerdo a dicho plan.
  • Finalmente, haz cada día algo que te acerque a tu objetivo.

Con estas primeras indicaciones, ordenarás tu trabajo diario.

Planifica cada día con antelación

Si dejas un día a la deriva, no serás productivo. Lo mejor es que planifiques tus actividades con antelación.

Esto lo puedes realizar de forma diaria, semanal y mensual, de tal manera que lleves un registro de tu trabajo y los proyectos que planeas realizar.

Aplica a todo la Regla del 80/20

La ley de Pareto nos dice que el 20% de las acciones ocasiona el 80% de nuestros resultados. Dirige bien tus energías y escoge, por ejemplo, dos actividades que consideres que significarán el 80% de tus metas.

La regla es sencilla: aléjate de la idea de comenzar con las tareas pequeñas. Lo mejor es dar prioridad a las grandes, pues estas te traerán los mayores beneficios.

Estudia las consecuencias

Toda acción produce una reacción. Sé consciente de los resultados que obtendrás gracias a tus actividades.

Muchos nos apresuramos y desesperamos por querer beneficios inmediatos. Sin embargo, trabaja siempre pensando a largo plazo, pues dicha estrategia conducirá normalmente a unos mejores resultados.

Practica continuamente el método ABECEDE

Esta técnica es sencilla. Después de escribir la lista de tareas de un día cualquiera, coloca delante de cada actividad una letra (A, B, C, D o E), de acuerdo a la importancia que le otorgas.

Esto te ayudará a establecer de forma clara tus prioridades. Una tarea A es muy importante, mientras que una actividad E puede esperar.

Céntrate en áreas clave de resultados

Estas áreas son clave para lograr resultados eficientes. Sin embargo, siempre existirá alguna en la que tengas deficiencias. Enfócate en fortalecer aquel punto débil para que seas bueno en todas las áreas clave que te competen.

Obedece la ley de la eficiencia obligada

Esta ley nos dice que nunca tendrás tiempo suficiente para hacerlo todo. Por lo tanto, debes dejar de quejarte y agobiarte en vano. Prioriza lo verdaderamente importante y organiza tu trabajo de tal manera que evites la postergación continua.

Prepárate concienzudamente antes de empezar

Para evitar la postergación, es buena idea haber planificado tus acciones respecto a alguna actividad. Ordena tu zona de trabajo, organiza tu información y ten todo lo que necesites a la mano.

Haz tus deberes

No te dejes llevar por la falta de confianza, sensación de ineptitud o idea de incapacidad en algún área. Todo se aprende y tu deber como persona perfectible es emprender el camino a la adquisición de nuevo conocimiento.

Refuerza sus talentos especiales

Dirige siempre tu energía a aquello en lo que destacas más. No solo te resultará más sencilla la tarea, sino que te hará sentir valioso y bueno en las actividades que realices.

Identifica tus obstáculos clave

Más allá de lo que tienes que hacer, siempre habrá algo que te limite. Identifica aquel obstáculo y dirige tus energías en el aligeramiento de dicha dificultad.

Pon un ladrillo después de otro

Para alcanzar una meta, debes ir paso a paso. Toma una de las listas que realizaste y ejecuta las actividades una a una.

Esto te ayudará a no postergar tus tareas pendientes y, sin siquiera darte cuenta, acercarte a tu objetivo.

Presiónate a ti mismo

Es quizá una de las cosas más difíciles de hacer. Creemos que tenemos todo el tiempo del mundo y, por ello, postergamos indefinidamente nuestras actividades.

Para evitarlo, imagina que tienes un día para entregar un determinado trabajo. Solo así alcanzarás un alto rendimiento y no desperdiciarás tus energías.

Optimiza tus poderes personales

Pese a toda la energía que puedas tener, el cuerpo no es una máquina y tarde o temprano llegará la fatiga. Por ello, debes optimizar cada una de tus horas de trabajo y dedicar por lo menos un día para desconectar de toda carga laboral.

Motívate para la acción

Controla tus pensamientos para que estos no te controlen a ti. Debes ser tu principal admirador y quien más se motive. Piensa positivamente y actúa para materializar tus sueños.

Practica la postergación creativa

Este consejo es perfecto para actividades de bajo valor. Puedes postergarlas o encargárselas a otras personas. De este modo, tu eficiencia aumenta y beneficias tareas más significativas.

Haz primero la tarea más difícil

La idea de “tragarse el sapo” se aplica aquí perfectamente.

Si realizas la tarea más difícil al inicio del día, tendrás la sensación de que todo lo que viene después es mucho más sencillo. A nivel físico y mental, significará quitarte un enorme peso de encima.

Divide la tarea

Consiste en dividir una actividad en partes más pequeñas y enfocarse en los detalles. De este modo, te resultará más fácil encargarte de un elemento individual que del conjunto. Al ir por partes, llegará un momento en el que hayas terminado dicha tarea sin siquiera darte cuenta.

Crea lapsos amplios de tiempo

Aprovechar cada minuto es vital. Si quieres ser más productivo, es necesario que administres tu tiempo correctamente y dediques a cada espacio alguna tarea de importancia.

Desarrolla un sentido de urgencia

Se trata del anhelo de terminar una tarea de la mejor manera y en tiempo récord. Esta suerte de impulso interno nos empuja a avanzar y seguir avanzando hasta que dicha actividad esté concluida.

Una vez que arraigue en ti el sentido de urgencia, tendrás una natural inclinación por la acción y por emprender cuanto antes todas tus tareas.

Concéntrate realmente en lo que estás haciendo

Cuando ya has decidido cuál es tu prioridad, tu tarea A, todo lo demás se convierte en una potencial distracción.

Evítalo. Concéntrate en lo que estás haciendo en el ahora y no permitas que nada te distraiga. Para ello, la disciplina, el dominio y el autocontrol son fundamentales. Visualiza tu foco de atención y no lo pierdas de vista hasta haberte “tragado el sapo”.

Quién debería leer este libro

Este libro sirve para un público bastante amplio. Estudiantes que quieran optimizar sus horas de estudio, trabajadores que quieran rendir más o emprendedores que deseen distribuir su día en actividades provechosas, le sacarán bastante partido. Son 21 estrategias que te ayudarán a ser más eficiente y a disfrutar de los resultados de tu trabajo.

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